1 Diciembre 2025
Visitar Cuenca es adentrarse en una ciudad donde la historia, la naturaleza y la cultura se entrelazan de forma única. Su Casco Antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad, ofrece rincones mágicos, miradores espectaculares y monumentos que cuentan siglos de historia. Si estás planeando una escapada, aquí tienes una guía clara y completa con lo que no te puedes perder.
El icono absoluto de Cuenca. Suspendidas sobre la Hoz del Huécar, estas antiguas casas medievales sorprenden por su arquitectura y por las vistas que ofrecen. Una visita imprescindible, especialmente desde el puente de San Pablo.
Este puente metálico del siglo XIX conecta el Casco Antiguo con el Parador. Desde él se obtiene una de las panorámicas más impresionantes de las Casas Colgadas y del cañón del Huécar. Ideal para fotografías y para comenzar una ruta por la parte alta de la ciudad.
Ubicada en plena Plaza Mayor, la Catedral es una joya del gótico anglonormando, única en España. Su interior sorprende por la luz, las capillas y la belleza del triforio, recientemente restaurado.
Subiendo por las empinadas calles llegarás al Castillo, la parte más alta del Casco Antiguo. Desde aquí podrás disfrutar de miradores como el del Rey, el de Florencio Cañas o el de la Hocecilla, perfectos para contemplar la ciudad desde lo alto.
Ubicado en unas casas colgadas restauradas, este museo es uno de los más sorprendentes del país. Su colección de artistas como Zóbel, Millares o Saura convierte la visita en un recorrido estético y cultural fascinante.
La naturaleza que envuelve Cuenca forma parte esencial de su identidad. Pasear por las hoces, ya sea hacia el Auditorio o hacia la zona del Júcar, permite disfrutar de un entorno impresionante sin alejarse del centro histórico.
Corazón del Casco Antiguo, rodeada de edificios históricos, terrazas y ambiente local. Un lugar perfecto para terminar la visita o disfrutar de un buen nivel gastronómico.
Cuenca es una ciudad para descubrir sin prisa. Pasear, mirar, subir y bajar por sus calles te permitirá encontrar rincones inolvidables que no aparecen en ninguna guía.